Hace pocos días el barrio San Nicolás tuvo que lamentar la muerte de un bebé de dos años que cayó al canal y fue arrastrado 5 kilómetros, donde encontraron su cuerpo.
Autoridades municipales el día después de este trágico hecho, no dijo absolutamente nada en el día de la apertura de sesiones ordinarias en el Concejo Deliberante, sus medios afines tampoco.
Lo cierto es que este canal, tanto a la altura del B° San Nicolás como en el resto de barrios de Perico no deja de ser un peligro para todos los animales y personas que viven y transitan por allí. Hace dos semanas el intendente había mandando al Ing. Edgardo Sosa, ¿habrá visto la peligrosidad del canal? ¿Harán algo para que frenen las muertes?
Perico como ciudad está en constante crecimiento, esa densidad poblacional propicia el nacimiento de nuevos barrios expandiendo los límites hacia zonas que originalmente no representaban peligro alguno ya que se encontraban en zonas no urbanizadas. Es el caso de vecinos de parte de la Nueva Ciudad, barrio Tupac, Cooperativa y zonas que todavía no tienen denominación.
El tristemente el célebre canal de la muerte que es colindante con los barrios mencionados carece de seguridad alguna, en un principio vecinos hicieron puentes provisorios para poder tener paso hacia la ruta ya que remises y colectivos de línea usualmente hacen parada por esa zona además de estar a pocas cuadras de la feria mayorista.
Muchas vidas se perdieron en ese canal, algunos suicidios y la gran mayoría accidentes con desenlace fatal tal como este último que aconteció con un bebé de 2 años. Estas «pasarelas» son puentes de aproximadamente 1 metro de ancho lo cual permite el paso de una persona o un moto vehículo con barandas al costado pero sin un enrejado o vallas en caso de caída las barandas son solo caños colocados para agarrase y que se sitúan a la altura de la cintura de un mayor, y por debajo el vacío, es decir, si alguien cae y rueda indefectiblemente caerá en el canal, pasará por debajo de ese barandal y sin contención alguna encontrará la muerte por sumisión en el canal.
Las caídas son el único riesgo ya que al permitir el paso de solo una persona, el tránsito es constante y en muchos casos pasan en fila muchas personas sin pensar que el peso podría hacer ceder la estructura, por ende romper el puente causando muchas más víctimas.
Hoy el Intendente Demarco hizo lo suyo también, primero reuniéndose con vecinos para prometer soluciones que los vecinos siguen esperando, después plantar árboles y finalmente focos LED con celdas solares las cuales funcionan unas pocas e inclusivamente es mejor ir con velas porque suelen iluminar más fuerte.
Tiempo atrás una comisión vecinal pidió apoyo al municipio para arreglar uno de estos puentes, en este caso una funcionaria les pasó un presupuesto de 2 millones de pesos para la realización de una obra que realizada no supera los 100 mil pesos. Luego de ese último contacto el municipio no volvió a presentarse en esos lugares.
Los puentes siguen ahí, sin seguridad los vecinos rogando no caer en el canal o ser testigos de otra tragedia, mientras el jefe comunal ronda el área para la imposición de nombre a una rotonda o para algún festejo en el parque retorno o bien controlando la garita que posee en el acceso principal por fines recaudatorios.
Si bien el municipio necesita recaudar fondos, estos mismos deben ser volcados en obras y servicios para los contribuyentes, más en casos de extrema urgencia como este, en el que una familia vio como el canal les arrancaba una vida y cuyo dolor tal vez no calmara jamás.
Pero lo que más duele es saber que se podría haber evitado, duele la ausencia de un intendente que seguramente el año próximo visitará esos lugares y hará declaraciones o se reunirá con las familias en busca de mejorar su imagen asi poder intentar sumar votos. Mientras tanto y a la espera de una nueva campaña para la intendencia con más promesas que serán incumplidas rogamos mucho cuidado al cruzar los puentes y que el canal no se cobre una nueva vida.
Fuente: somos perico
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