«Hicimos un ruido terrible, ganamos poquito pero vendemos mucho», explicó uno de los encargados de la carnicería. «Empezamos a trabajar con un margen muy pequeño de ganancia pero la venta va espectacular», agregó
En épocas en las que acceder a la carne es casi un lujo en la Argentina, una carnicería marplatense vende el kilo de asado a 399 pesos.A contramano de la suba generalizada de los precios, sus dueños apuestan a aumentar las ventas y achicaron el margen de ganancia. Mal no les fue: en dos semanas pasaron de 100 clientes por día a casi 300.
«Todo el mundo está hablando del precio de la carne. El asado está 900 pesos en todos lados y nosotros lo vendemos a 400 «, explicó Fabián, uno de los encargados del lugar. «Hicimos un ruido terrible, ganamos poquito pero vendemos mucho. Queremos que la gente venga y vea que hay calidad a buen precio», agregó en diálogo con Ahora.
La carnicería San Andrés, ubicada en Peralta Ramos y 12 de Octubre, adoptó una estrategia distinta. «El asado que nosotros bajamos es ‘ventanita’, porque es cuadrado y tiene toda la parte de arriba del costillar. Los costillares generalmente tienen 12 costillas y estos tienen 5, se llaman ‘ventanita’ porque sin cuadrados». «La parte de abajo se hace manta, se le saca el hueso y se exporta. Y lo que queda en Argentina es un remanente muy importante y hay pocos que lo trabajan», añadió.
Según explicó el encargado, la carnicería trabaja el corte «con un margen muy pequeño de ganancia», aunque destacaron que «es muy grande la cantidad de gente que viene». «Se puede bajar una gran cantidad de kilos y la gente ahora nos conoce por los redes sociales», remarcó.
De inmediato, los bajos precios se tradujeron en mayor cantidad de venta. «La venta va espectacular, pasamos de 100 clientes a tener 300 todos los días», indicó Fabián. «Lo que se nota es que lo que maneja el mercado es el precio, sin dudas. El sábado nos quedamos sin asado y publicamos los 3 kilos de osobuco a mil pesos y los 3 kilos de milanesas de carne a mil pesos, por ejemplo».
«Justo hoy hablábamos con los proveedores, porque hoy vino un camión a bajarnos asado. Los proveedores nos decían que los únicos que pusimos el asado barato fuimos nosotros», señaló el carnicero. «El resto lo tiene a 600. Le ganan una buena moneda, pero venden menos»concluyó.
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